Add parallel Print Page Options

Cuando alguien trabaja, el pago que recibe no es un regalo, sino algo que se ha ganado. Pero Dios aprueba al que cree en él sin que se gane eso con obras, Dios le toma en cuenta la fe y lo aprueba. Hasta el pecador es aprobado por Dios. David está de acuerdo con esto cuando dice que es afortunado el que Dios aprueba por la fe que tiene y no por lo que hace:

Read full chapter